INGREDIENTES
Para la masa
- 300 g de harina
- 150 g de agua
- 50 g de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de sal
Para el relleno
- 50 g de queso Parmesano
- 60 g de cebolleta o de cebolla
- 20 g de aceite de oliva
- 250 g de requesón
- 800 g de espinacas frescas
- sal
Y además…
- Aceite de oliva
- 5 huevos frescos
- Sal
PREPARACIÓN
Ponemos en el vaso todos los ingredientes de la masa. Amasamos programando 2 minutos, vaso cerrado, velocidad espiga.
Dividimos la masa en 4 partes, dos de 100 g y otras 2 de 150 g
aproximadamente. Dejamos reposar las porciones de masa durante 1 hora,
cubiertas con papel film.
En ese tiempo vamos preparamos el relleno. Empezamos rallando el queso en el vaso limpio y seco, con unos golpes de turbo. Sacamos y reservamos.
Ponemos en el vaso la cebolla y el aceite. Programamos 3 segundos, velocidad 7. Bajamos con la espátula lo que se haya quedado en las paredes del vaso. Programamos 3 minutos, 100º, velocidad 1.
Con la tapa puesta, sin cubilete y sin programar tiempo ni temperatura, ponemos la máquina en velocidad 4.
Con las cuchillas en movimiento vamos echando las espinacas por el
bocal , ayudándonos con la espátula cuando sea necesario. De este modo
las espinacas se triturarán de forma homogénea y en poco tiempo las
tendremos todas dentro del vaso, ya troceadas y listas para cocinar.
Ponemos ahora un poco de sal y programamos 12 minutos, 100º, velocidad 1.
Acabado el tiempo, ponemos el cestillo sobre un cuenco y volcamos en
él las espinacas. De este modo escurriremos la verdura recogiendo todo
el agua que han soltado (ese líquido nos puede ser útil para otras
recetas).
Cuando estén bien escurridas volvemos a poner las espinacas en el
vaso, añadimos el requesón y el Parmesano que habíamos rallado al
principio. Programamos 15 segundos, giro a la izquierda, velocidad 4.
Cuando tengamos lista la masa y el relleno podremos comenzar a montar
la torta. En la encimera y con un rodillo extendemos una de las
porciones de pasta (una de las grandes). Tiene que quedar muy fina. En
un molde de unos 24 cms de diámetro untamos mantequilla o aceite y
espolvoreamos un poco de harina (otra opción es cubrirlo con una lámina
de papel de horno). Colocamos sobre este molde la primera lámina de
masa, procurando que esta lámina sobresalga del molde -así luego
podremos cerrar bien la torta-. La untamos con aceite de oliva y
colocamos encima la segunda lámina de pasta (la otra grande).
Ponemos ahora las espinacas que hemos preparado antes. Con ayuda de
una cuchara hacemos cinco agujeros (uno en el centro y otros cuatro en
forma de cruz) y ponemos un huevo en cada uno de ellos. Echamos un poco
de sal en cada huevo.
Cerramos nuestra torta con una de las láminas de masa (una de las
pequeñas) bien estiradas. La pincelamos con un poco de aceite y
colocamos la otra lámina pequeña encima.
Con ayuda de un rodillo, pasándolo por los bordes del molde, cortamos
la masa que nos sobra. Cerramos bien los extremos de la torta, como si
fuera una empanada.
Honeamos a 180º (en horno precalentado previamente a esa temperatura)
durante 30 ó 40 minutos, hasta cuando veamos que la masa está doradita.
Servimos caliente, templada o fría.
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